"Sentimos que hay visos de golpe de Estado en tanto que no se respetaron debidos procesos y se aplicó (la destitución) con una velocidad pasmosa, que infringe un golpe gravísimo al Estado de derecho y al marco constitucional democrático de Paraguay", expresó la mandataria.
Chinchilla recordó que su gobierno cuestionó desde el primer momento la validez del procedimiento contra Lugo, más allá de que esté contemplado o no en la Constitución del país suramericano.
El exsacerdote, quien también fungía como presidente pro-témpore de la Unión Suramericana de Naciones, fue removido de su cargo el viernes por el Senado tras un supuesto juicio político y en su lugar asumió el hasta entonces vicepresidente Federico Franco.
Costa Rica carece de embajador en Paraguay desde hace algunos años debido a recortes presupuestarios, pero mantiene presencia consular, precisó Chinchilla durante una conferencia de prensa, celebrada la víspera, en San José.
Frente a lo ocurrido en el territorio sureño, el canciller costarricense, Enrique Castillo, deploró el viernes el hecho mediante un comunicado y ofreció asilo político a Lugo y a los miembros de su gabinete, en caso de que lo necesitaran.
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