Minando Almas y mentes

Por: Luis Alberto Castaño:

Para Alternativa Latinoamericana / CFRU 93.3 FM

De tiempo atrás en el País, se nos viene imponiendo un modelo de libre comercio que apareja privatizaciones y desregularizaciones en nuestra economía dándole gran poder a las grandes corporaciones y enmascarando una nueva ideología sobre el nuevo Dios, el dios mercado, al que pretenden convertir en ciencia, cuando en realidad la ciencia consiste en generar una inmensa cantidad de grietas entre ricos y pobres, entre el sur y el norte. Para el logro de estas actividades se mina nuestra mente y se somatiza el cuerpo social con una nueva forma de pensar y de ver el mundo, que nos lleva a danzar sobre nuestra propia agonía que poco a poco nos conduce a la muerte.

Y claro que tiene sentido, cuando en materia de Hidrocarburos, nuestra mayor riqueza es también nuestra mayor  desgracia, al estar en la mira de las empresas extractivas y del propio gobierno 18 cuencas sedimentarias, reservas equivalentes a 47.000 millones de barriles de crudo, en territorios que suman mas de 88 millones de hectáreas. En el Campo minero energético somos los primeros a nivel mundial en materia de producir esmeraldas, primeros en producción de Níquel en Sudamérica, en el Mundo ocupamos el decimo lugar como productores de oro,  cuartos en exportar carbón térmico en el Mundo y cuartos en ser proveedores de crudo para los Estados Unidos en Latinoamérica y por si esto fuera poco, contamos con enormes reservas de Platino y Molibdeno.

Ya en 1938 el senador Gringo Beveridge portavoz de los círculos comerciales Norteamericanos declaró: “las fabricas Norteamericanas están produciendo mas de lo que el pueblo Norteamericano puede usar. El suelo Norteamericano esta dando mas de lo que se puede consumir. El destino ha trazado nuestra política: el comercio mundial debe ser y será nuestro. Y lo haremos en la forma que nuestra madre Inglaterra nos ha enseñado. Estableceremos puestos comerciales a través del mundo como puntos de distribución de nuestros productos. Cubriremos los océanos con nuestra marina mercante. Construiremos una marina de guerra a la altura de nuestra grandeza. Grandes colonias, gobernadas por si mismas, que enarbolaran nuestra bandera y comerciaran con nosotros, se desarrollaran alrededor de nuestros puestos comerciales. Nuestras instituciones seguirán a nuestro comercio sobre las alas de las transacciones. Y las leyes norteamericanas, el orden norteamericano, la civilización norteamericana y la bandera norteamericana se implantaran en las tierras hasta ahora ensangrentadas y sumidas en la oscuridad….”.

  

Se amplia el mercado en nuestro interior, siendo colonizada nuestra mente, adiestrada psicológicamente a través de los Medios de Comunicación y de cientos de miles de adminículos de los que se vale el capitalismo, bien administrados, en cuyos mensajes crece un exceso de promesas de la sociedad de consumo,  que al enfrentarnos a la realidad, nos lleva a concluir que el salario no nos alcanza para dar salida a tamañas expectativas.

También tiene sentido, en su momento, John F. Keneddy, trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, quien fue elegido en 1960 señalo: “el gran campo de batalla para la defensa de la libertad hoy día es la segunda mitad del globo: Asia, América Latina, África y el Medio Oriente… es una batalla por la conquista de las mentes y las almas, mucho mas que por la conquista de vidas y territorios. En tal batalla, no podemos dejar de tomar partido”. Efectivamente, Kennedy se empeño particularmente en formar un complejo aparato militar apto para desarrollar todas las variedades de guerras y también se prepararon bien elaboradas medidas de acción ideológica, dirigidas a lograr esa “conquista de las mentes y las almas”.  

Y mientras la  pobreza nos carcome, la riqueza se hincha y camina oronda por campos, calles y ciudades, en camionetas cuatro puertas de vidrios polarizados con guardia pretoriana incluida, o en las puertas de las EPS hacia dentro, o en el mejor de los casos en agro ingreso seguro; mientras tanto la Minería gana terreno cada ves mas en el tamaño de nuestra economía y en el bolsillo de las multinacionales , su producción se duplicó entre el 2000 y el 2009, al pasar de 5.1 billones constantes a 9.5 billones (según el Ministerio de Minas y energía de Colombia). En 1995 las exportaciones colombianas minero – energéticas (petróleo y carbón) representaron el 36% de las exportaciones totales y para el 2010 ya eran el 64% de las totales, mientras que todos los demás sectores perdieron participación en las exportaciones del País.

Por su parte, la razón de ser del capitalismo es procesar la mercancía como droga que sostenga a la población, en donde lo único que tenga sentido sea consumir ilusiones llamadas mercancías; nos vamos quedando sin capacidad de gestionar la sociedad por fuera de la economía. La inteligencia sufre el más grande irrespeto asimilada y enredada en  el poder económico, ya no es necesario ser instruido, ahora es el dinero fácil, la camioneta cuatro puertas, el más costoso celular, el más complejo ipod, el vestuario más estrambótico y más “fino”, que en la mayoría de las ocasiones se asimila al mas costoso, y si es necesario para acceder a todo este mundo fantasioso, hasta nuestro cuerpo será mercancía, a mas de la vida y de la muerte. Es que el poder capitalista exacerba las necesidades de materias primas para los imperios y los mercados, e impulsa poderosamente la inversión de capitales en el exterior, pero además, les facilita medios diversos  y tremendos de dominación.

Crece la pobreza y con ella crece el desempleo, pero lo que mas crece es la corruptela inherente a un sistema capitalista, no de ahora, ya el 12 de enero de 1825 desde el palacio dictatorial de Lima en Perú,  el general libertador Simón bolívar, ante el cáncer de la corrupción expidió un decreto pretendiendo extirpar ese mal,  en el que señalaba que cualquier funcionario publico al que se le comprobara malversación o robo de los fondos públicos quedaría sujeto a la pena capital; igual proceder se llevaría a cabo contra jueces que no actuaran honradamente. Con mayores veras contra los senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, concejales etc. etc. Hoy por hoy en Colombia el circo se completa, cuando los “ladrones de cuello blanco” son puestos en cautiverio con todas las atenciones.

En un mundo en el que el poder de la comunicación hipnotiza, el pensamiento se transfigura hasta el punto en el que los programas de izquierda terminan siendo políticas de derecha; el escritor e investigador  Colombiano Álvaro Marín, recientemente publicó un libro en Venezuela de la editorial “el perro y la rana”  titulado “Estrategia continental” en el que Marín señala entre otras cosas que “las políticas culturales en el mundo nos llevan muchas veces a una especie de confusión y entrampamiento en donde el discurso critico resulta reforzando lo que pretende corregir o criticar”.

Pero además, Marín enfatiza que esto es inducido por las actividades económicas del Banco Mundial, organismo este que busca llevar todas las manifestaciones culturales a los ciclos del sistema financiero y que sobre estas líneas financieras del Banco mundial están escritas las políticas culturales y ambientales que hoy dominan el mundo en el África, en América y en Asia, en donde pretenden se hable esta discurso como un monologo.

De otro lado el periodista Uruguayo Raúl Zibechi en un programa denominado panorama de América latina hoy, el pasado 14 de mayo en la radio del sur  dijo entre otras cosas refiriéndose al acontecer Latinoamericano: “Este es un momento de equilibrios que se están rompiendo y de ciertas incertidumbres porque hay diversas fuerzas contradictorias que se mueven en el escenario latinoamericano” y agregó además, “Estados  Unidos esta retomando una fuerte ofensiva con varios ejes. En Suramérica esta en estos momentos conformando la alianza del pacifico con México, Colombia, Perú, chile”,  y es que efectivamente Cuatro países latinoamericanos que apoyan el libre mercado crearon un nuevo bloque político y comercial, iniciativa que causará más divisiones en una región que busca afianzar sus mecanismos de integración.

Los presidentes Sebastián Piñera, de Chile, Juan Manuel Santos, de Colombia, Felipe Calderón, de México, y Alan García, del Perú, reunidos en Lima el 28 de abril, establecieron la Alianza del Pacífico dirigida a alentar “la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad” de las economías de sus países, a la vez que se comprometieron a “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.
 

La declaración presidencial señala que “en una primera etapa se priorizarán los trabajos en las siguientes áreas: movimiento de personas de negocios y facilitación para el tránsito migratorio, incluyendo la cooperación policial; comercio e integración, incluyendo facilitación de comercio y cooperación aduanera; servicios y capitales, incluyendo la posibilidad de integrar bolsas de valores; y, cooperación y mecanismos de solución de diferencias; y crear grupos técnicos para cada una de estas áreas”.