SAN SALVADOR - La tragedia de la democracia salvadoreña se prolonga. Es sorprendente la manera en que la historia alecciona a los pueblos. Bien dicen los teóricos de la dialéctica que cuando las crisis sociales y políticas agobian a los pueblos, se evidencian las debilidades morales de los políticos y estos se desnudan ante sus pueblos. Las ratas salen de sus agujeros y la carroña sale a luz.
Las maniobras políticas han estado a la orden del día en torno al decreto 743 y se suceden a velocidad vertiginosa como evidencia de la crisis moral y política del sistema de partidos en el país. Todos los partidos políticos, de derecha e izquierda, con excepción por el momento de Cambio Democrático, han quedo expuestos en su total desnudez moral antidemocrática.
Lo que querían ocultar quienes aprobaron el decreto 743, ha quedado evidenciado con el giro de posición de ARENA, que ahora propone su derogación. Pero la propuesta no obedece a una honestidad política, no obedece a una rectificación por reconocimiento de un error, menos aún, por vocación democrática. Lo hace por error de cálculo político. No han tenido la más mínima delicadeza de ocultarlo. Lo han dicho con claridad: se retractan porque equivocadamente creyeron que la Sala de lo Constitucional iba a darle tratamiento a una demanda de inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía. Al darse cuenta de su error de cálculo, retiran su propia amenaza. La lógica es clara: mientras no exista amenaza guardan el arsenal de guerra, pero se mostrará cada vez que consideren que sus intereses están en riesgo.
¿Puede calificarse esto como pensamiento democrático? Por supuesto que no. El juego de ARENA, continua siendo igual de peligroso, pero ha permitido que se evidencie que sigue siendo la misma derecha antidemocrática, que potencialmente tiene los recursos y los deseos para asestar los golpes mortales necesarios a la democracia si sus intereses de ven amenazados. Es una de las lecciones que la presente crisis del sistema político le ofrece al pueblo en bandeja de oro.
Ahora resulta, que aquello que querían ocultar aparece con claridad. Todos se equivocaron, creyeron que existían amenazas a intereses propios, inclusive el Sr. Funes, y sacaron su arsenal de Guerra. Unos más que otros han mostrado que el discurso democrático de la homologación era una vestimenta falsa para ocultar sus reales intenciones. El PDC, ahora con claridad y abiertamente quiere aniquilar de una vez por todas lo último de dignidad democrática en la Corte Suprema de Justicia, exigiendo la destitución de los magistrados. La famosa homologación como argumento, si ya era falsa por la validez temporal de duración, ahora ha terminado de desmoronarse.
Sin embargo, algo hay que agradecerle a ARENA, en su intento de vestirse de oveja democrática, no sólo se ha desnudado a sí mismo sino también ha desnudado al lobo oculto tras bambalinas: al FMLN. Es innegable que es inmensa la riqueza de la vida política de un país, cuando unos y otros en sus maniobras desnudan a sus opositores y la desnudez se muestra ser de la misma baja calidad moral. Probablemente tal bajeza es mayor en unos que en otros. Por lo menos, al final de cuentas, la derecha es transparente en su desnudez moral. Mientras, el FMLN, pese a que ha quedado al desnudo su baja moral política, continúa tratando de ocultarla con un lenguaje ambiguo y vergonzante. Primero no fue capaz de votar en contra, ni de abstenerse, simplemente no voto. No adoptó una oposición activa y consecuente en contra del decreto. Se lavó las manos al mejor estilo de Pilatos. Luego sus miembros en la directiva de la Asamblea firman el acta del decreto pudiendo, y se escudan en la obligatoriedad de la ley. Bonito discurso de obediencia jurídica. No tuvieron la mínima intensión de ejercer un acto de dignidad política, negándose a hacerlo. Sin bastar con eso, el flamante señor presidente de la Asamblea Sigfrido Reyes, se apresura a enviarla al Sr. Funes.
La astucia del FMLN es incuestionable: ¨que otros hagan el trabajo sucio que yo no quiero hacer¨. Pero el descaro continúa. Queriendo vestirse de demócratas, el Frente por intermedio de su secretario general Medardo Gonzales pretende amonestar a los cuatro dignos magistrados reclamándoles por la rebeldía constitucional y jurídica de no aplicar el decreto. Olvida el FMLN que la rebeldía social y política durante las últimas décadas del siglo pasado posibilitaron la esperanza de un avance democrático en el país. Todavía más, ahora resulta que ante la propuesta de ARENA de derogatoria del decreto, la desnudez y la bajeza moral del FMLN se completan. Argumentan que como no votaron el decreto no están obligados a votar por su derogatoria. Que desvergüenza de posición política. ¿Dónde está su posición transparente señores? ¿Están o no en contra del decreto? No pueden No pueden con argucias discursivas que no hace más que mostrarlos en su más completa bajeza moral, decir que si ARENA salir del atolladero, debe hacerlo solo.
¿Son o no son ustedes capaces de gobernar? Tienen la oportunidad de mostrar la calidad moral que siempre han dicho tener para hacerlo. No se gobierna dejando de gobernar. No se gobierna dejando que otros gobiernen de hecho, lavándose simplemente las manos. ¿Para qué entonces piden al pueblo que voten por ustedes? O es esa la nueva forma de hacer gobierno que ustedes ofrecieron: gobernar con cobardía, gobernar como parásitos detrás de la carroña de los otros.
La bajeza moral del Sr. Funes queda una vez más demostrada en la declaración presidencial emitida ya entrada la noche de este jueves 9 de junio, pretendiendo que él tiene la solvencia moral de depurar la Sala de lo Constitucional de la CSJ. La desilusión del pueblo con el Sr. Funes, se extiende ahora al FMLN. Ustedes han dicho en muchas ocasiones que se trata de sumar fuerzas a favor de la democracia y no de restarle fuerzas. Ustedes están haciendo todo a favor de esto último y se están sumando vergonzosamente con un discurso hipócrita a las fuerzas antidemocráticas. El pueblo los castigará. El costo político de esta posición será grande para ustedes.
La gran lección, que la actual coyuntura política del país pone en evidencia, es que cuando las fuerzas democráticas actúan con vigor, la podredumbre enquistada en todo el sistema de partidos políticos se desnuda y muestra toda su bajeza moral. Pero como se ha dicho en otros contextos, la obscuridad es el preludio de la luz y la esperanza de la democracia está en la sociedad civil activa y participativa y no en los partidos políticos.
(*) Académico y colaborador de ContraPunto
No hay comentarios:
Publicar un comentario