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sábado, 13 de noviembre de 2010

Tomar el cielo (guatemalteco) por asalto

Notas sobre los 50 años del inicio de la lucha revolucionaria en Guatemala
Mariano González
Rebelión

Del FLN argelino al Vietcong, de Fidel y el Che llegando triunfales a las calles de La Habana a las rebeliones pacifistas de los jóvenes norteamericanos, de Patrice Lumumba a Ho Chi Minh, del rock al hippismo, todo contribuía para proyectar la imagen de un tiempo histórico excepcional, grávido de giros extraordinarios. Nunca se estuvo tan cerca de la realización de un sueño alucinado: la bancarrota del mundo burgués. Al menos eso es lo que creían esos millones de jóvenes que a lo largo y ancho del planeta se lanzaban al reclamo de revolución. Ricardo Forster.

Siempre me han enseñado que el camino del pueblo es el camino de Dios. Donde hay mujeres y hombres que sufren, es el mismo Cristo quien sufre. Y hoy el grito de dolor del pueblo guatemalteco nos exige, como sacerdotes, que estemos a su lado para orar y, también, para combatir. Cristo dijo una vez: “Si alguien quiere seguirme, que me siga; y donde éste, ahí estará el que me sirve. Para mí, Cristo está ahora en este campamento del Ejército Guerrillero de los Pobres. D. Mackenna.1

Introducción

En una carta dirigida a L. Kugelmann, refiriéndose a los comuneros de París, Marx indica que estaban “prestos a asaltar el cielo”, expresando la admiración a los comuneros por la tarea que se plantearon y la magnitud de las fuerzas contra las que pelearon. De allí, creo, la famosa expresión de tomar el cielo por asalto, de la que no es casual la referencia a la idea cristiana de ganar el cielo. Solo que aquí, quien asalta el cielo, sabe que no se hace merecedor del mismo a través del buen comportamiento. La tarea es asediarlo y tomarlo por asalto.

En todo caso implica esfuerzo o, en términos más actuales, implica una construcción colectiva. El cielo y todo lo que representa en la tradición desde la que se está enunciando, puede llegar a ser un lugar humano. Porque hay un tiempo y un lugar de redención de la humanidad. Existe la posibilidad, tras la lucha, tras el asalto, de tomar el cielo. De habitar el cielo, que es la tierra sin injusticia, sin explotación y entonces, “…se puede decir que surge en el mundo…algo que todos hemos añorado en la infancia y en donde todavía nadie estuvo: la patria” (Gimbernat, J. en Fraijó, M. 2005: 605).

Guatemala, 13 de noviembre de 1960

El 13 de noviembre de 1960 se produce un alzamiento militar en contra del fraudulento gobierno del general Miguel Ydígoras Fuentes, el militar de turno de la dictadura guatemalteca. Junto con otras experiencias como las jornadas de protesta de marzo y abril del 62, la llamada guerrilla de Concuá (por el lugar donde se intentó implantar), este evento marca el inicio del movimiento guerrillero guatemalteco cuya primera organización toma precisamente el nombre de Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13). Cabe decir que no resulta exento de paradoja, que parte del núcleo del movimiento revolucionario sea al inicio, precisamente, el que surge de esta asonada militar.2

No obstante, lo importante es que desde principios de la década de los sesenta, hasta mediados de la década de los noventa, distintas generaciones de hombres y mujeres, con mayor o menor grado de preparación y conciencia, con mayor o menor decisión y convicción de lucha, participaron en el intento de transformación revolucionaria de la sociedad guatemalteca a través de la vía guerrillera. A pesar de todos los errores y las fallas que se cometieron,3 esto significa un hecho extraordinario en la historia del país debido a que demuestra la voluntad y la creencia de muchos en que era posible la creación, a través de esa vía guerrillera, de un país distinto, mejor. Fue un esfuerzo sostenido por la construcción de una nación verdadera y real para todos los guatemaltecos y guatemaltecas, como tanta falta hace, incluso, ahora. Su objetivo apuntó a un mundo en que la pobreza, la exclusión, la dominación, la explotación y la injusticia, serían tan solo recuerdos del pasado y no, como siguen siendo, elementos sustantivos de la realidad nacional. Muchos dirán que partieron de ideas equivocadas, otros que los métodos utilizados fueron equivocados. Es posible. Leer mass....

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